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Respiración: un puente entre el cuerpo y la mente

Respiramos unas 20.000 veces al día, y sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en ello. Lo hacemos de manera automática, sin darnos cuenta de que la forma en que respiramos tiene un impacto directo en nuestro bienestar físico y mental. La respiración no es solo oxígeno entrando y saliendo de nuestros pulmones; es la herramienta más accesible y poderosa que tenemos para regular nuestras emociones y nuestra respuesta al estrés. Respirar bien es vivir mejor. Ajustar tu forma de respirar es una de las maneras más rápidas y eficaces de reducir la ansiedad, mejorar la concentración y fortalecer tu bienestar general. No subestimes su poder.



La importancia de respirar por la nariz


La forma en la que respiramos también es clave. Como explica James Nestor en su libro Respira (2020), respirar por la nariz no solo oxigena mejor nuestro organismo, sino que también filtra el aire, regula la temperatura y mejora la absorción de oxígeno en sangre gracias a la producción de óxido nítrico. Además, respirar por la boca de manera habitual puede alterar la función del diafragma y generar estados de estrés innecesarios. Un simple cambio en la forma de respirar puede transformar nuestra energía y bienestar general.



Sistema simpático y parasimpático: el equilibrio que dicta tu bienestar


Nuestro sistema nervioso autónomo tiene dos grandes protagonistas:

🔹 Sistema simpático: Es el encargado de la respuesta de lucha o huida. Cuando percibes peligro o estrés, este sistema se activa, acelerando el ritmo cardíaco, elevando la presión arterial y preparándote para la acción.

🔹 Sistema parasimpático: Es el que nos devuelve a la calma. Cuando está activo, el ritmo cardíaco se desacelera, la digestión mejora y el cuerpo entra en un estado de descanso y recuperación.

El problema es que en el mundo actual vivimos con el sistema simpático hiperactivado: estrés laboral, pantallas, notificaciones constantes... todo nos mantiene en alerta. La buena noticia es que podemos influir en este equilibrio con algo tan simple como la respiración.



Técnicas de respiración para regular tu sistema nervioso


Aquí tienes dos técnicas que puedes empezar a practicar desde ahora mismo:

Respiración diafragmática: Ideal para activar el sistema parasimpático. Coloca una mano sobre tu abdomen, inhala lentamente por la nariz sintiendo cómo tu vientre se expande y exhala suavemente por la boca. Hazlo durante unos minutos y notarás la diferencia.

Respiración cuadrada (Box Breathing): Utilizada por militares y atletas para mantener la calma bajo presión. Inspira durante 4 segundos, retén el aire por 4 segundos, exhala en 4 segundos y mantente sin aire otros 4 segundos antes de repetir. Es simple y efectiva para calmar la mente.



Rutina de respiración diaria


Para incorporar estos beneficios en tu día a día, prueba esta sencilla rutina:

🌅 Por la mañana: 5 minutos de respiración diafragmática al despertar para oxigenar tu cuerpo y activar el sistema parasimpático.

🕛 Al mediodía: 2-3 minutos de respiración cuadrada antes de comer o en un momento de pausa para reducir la tensión acumulada.

🌙 Antes de dormir: 5 minutos de la técnica 4-7-8: inhala por la nariz durante 4 segundos, retén el aire por 7 segundos y exhala lentamente por la boca en 8 segundos. Esta técnica ayuda a calmar el sistema nervioso, reduciendo la ansiedad y favoreciendo un sueño más profundo y reparador.



 
 
 

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